Rockets y Cavaliers sellan el acuerdo más importante -por nombres e impacto- desde que la temporada echó a caminar. Fue un trato simple, sin apenas toma de contacto ni negocio. Sobre Dwight Howard no caben reproches, sus números hablan por si solos. Si algún equipo necesita una estrella sobre la que gravite su sistema puede que no haya ninguno como él y si Houston busca un bastión que les guíe a playoff han utilizado la mejor estrategia. Anunciamos el pacto.
Firman con los Rockets:
Jonh Salmons, Andrés Nocioni, Taj Gibson y Dwight Howard.
Se van a los Cavaliers:
Caron Butler, Zach Randolph y DeMarcus Cousins.
El juego interior de Houston cobra una nueva dimensión. No habrá concesiones en la pintura con los tejanos. Con Howard juntarán al polaco Gortat, dos murallas difíciles de derribar que encontrarán descanso en las piernas de Gibson y Stagg. Supermán contará con consumados especialistas en el arte del pase y la visión periférica (Rose y Harris) que le harán la vida más sencilla.
Con Salmons y Nocioni tendrán posibilidades en ataque diferentes a las que ofrecen Kirilenko, Sefolosha o Alexander, su buena mano se convertirá en primer recurso cuando las defensas se cierren y el center tenga que doblar el balón. Además los bases-escoltas se sentirán aliviados porque el foco primordial de atención rondará siempre la zona intentando consumar el aro.
Los Cavs cambian el rumbo de nuevo. Falta de acierto de su mánager que no fue capaz de construir -basada en el Big Four- la franquicia indestructible que anhelaba, ahora busca mezclar clase alta con clase media para lograr el triunfo final. Ha juntado nuevos elementos en la probeta para conseguir la mezcla adecuada, abundante a partes iguales entre músculo y técnica pero de mucho mayor espesor y cuantía.
Cousins es su apuesta personal, su espíritu y descaro reencarna a la perfección el nuevo estilo de los de Ohio. Zach Randolph hace las maletas de vuelta y viaja convencido de que su concurso como primer hombre de recambio en la zona es la clave hacia el título. Por último, Caron Butler ultimará su larga recuperación en Cleveland. Su puesta en escena será un nuevo punto de inflexión para la franquicia que llegará con todas sus piezas a punto para la fase final del campeonato.
Confirmamos el acuerdo y deseamos a los Rockets y a su mánager la suerte que merecen!